Disobedience | Amor en tiempos de la Torah

Lelio pone en amor de Weisz y McAdams contra las cuerdas en este drama romántico que muestra la asfixiante atmósfera de la comunidad judía ortodoxa.

La mujer desobediente

Ronit, fotógrafa profesional, recibe la trágica noticia de la muerte de su padre, el rabino de una comunidad judía ortodoxa de Londres. Así volverá al lugar de su infancia para reencontrarse con sus demonios y con la intolerancia de una sociedad tan estricta.

Su recibimiento por parte de la comunidad es frío, pero retomará sus antiguas amistades e intentará pasar el duelo navegando entre las dos aguas de su personalidad y lo correcto en la sociedad en la que su padre era un importante pilar.

La mujer y la religión

Reconozcámoslo, la mujer siempre ha estado oprimida en las comunidades religiosas mayoritarias, más aún si estas son ortodoxas. En Disobedience, podemos ver, no sólo la reacción de esa comunidad a un tema como la homosexualidad, sino, el día a día de la mujer, supeditada a su función de madre y ama de casa, aunque sea trabajadora, la importancia de las tradiciones, como llevar peluca, y sobre todo la subyugación al marido y a una sociedad liderada por los hombres de la comunidad.

Todo esto se romperá por un único y simple sentimiento. El amor. El amor de Ronit por su libertad, el amor de Esti por Ronit, el de Dovid por Esti, incluso el amor por su Dios, y el respeto a su comunidad. Todo esto trastocará las vidas de los protagonistas de una manera irrecuperable.

Mi opinión de Disobedience

Teniendo a Rachel Weizs y a Rachel McAdams en cartel no podía dejar de verla. Contando la historia que cuenta, tampoco.
Es curioso que incluso se publicase que no se iba a a estrenar en salas en España, finalmente sí fue así, aunque fueran pocas copias.

No salí de la sala pensando que había visto un peliculón, pero sí flipando con las interpretaciones de las dos Rachels. El ritmo es lento, quizás en exceso, el ambiente opresivo.

El amor y la libertad son los dos leit-motivs que nos marca el guión, que nos deja ver pinceladas de una comunidad tan cerrada.

No podría recomendársela a todo el mundo porque sé que muchos no la apreciarían, pero hacen falta más películas como esta. Más interpretaciones como las de Disobedience, y más actrices como Weisz y McAdams.